Terry

Antes de nada, decir que el calor tropical imperante en la Madre Patria Rusa no me ha reblandecido el cerebro, para escribir lo que voy a escribir a continuación. Lo pienso, lo escribo, y lo mantengo.

Resulta que en estos últimos meses he acabado hablando mucho, muchísimo de Terry Richardson, incluso ha salido el tema en la última semana. Terry es, para l@s que no tengan el gusto, ese hombre, feo y con pinta de nerd ochentero que se dedica a retratar con cámaras desechables lo más granado del mundillo Hollywoodiense y de la moda.

Lo de las cámaras desechables no es cierto todas las veces, pero es una anécdota conocida en el mundillo. Imaginad, por un momento, el alzamiento de ceja que tendría la Wintour cuando le explicaban como Richardson iba a captar el último edito de VOGUE con cámaras desechables. Digno de ver. Si ese despacho hablara, en fin...

Pues eso, Terry a mi me cae bien. Lo pienso, lo escribo, y lo mantengo. Le acusan de machista, sexista, y casi todos los istas que se os puedan ocurrir: a mi solo me parece un granuja con un sentido del humor muy retorcido y desarrollado. Que yo comparto. Sus fotos son espontáneas, divertidas. Y sexuales, sí. ¿Pero no decíamos que el sexo vende? Pues eso.

 Pero se nota el colegueo y el buen rollo, y ese afán por birlarle las gafas que todos tienen. Mola.

Algo por lo que se recordará al fotógrafo americano, en España al menos, es por "hundir" la carrera de aquella emergente top que fue Minerva Portillo. La pobre no tuvo mejor ocurrencia que tomarse un par de mojitos y dejar que Terry la fotografiara, junto con otra modelo durante sus escarceos sexuales. Un show, vamos, porque luego él hizo una exposición con dichas fotos...y para qué os cuento más; de Minerva nunca más se supo.

El link de las fotos os lo dejo aquí, por si estáis interesados.

En fin, que nadie se rasgue las vestiduras ni se eche las manos a la cabeza. Hay fotógrafos y fotógrafos. Y si Helmut Newton representa el despelote elegante, Juergen Teller, David LaChapelle y Terry Richardson son lo excesivo, cutre, y a la vez irresistible. Como comparar a Alber Elbaz con Donatella Versace ¿no?

Pues eso, disfrutad de las fotos, y decidme, Terry ¿OK o KO?